¿Has pensado alguna vez en Verona como destino espejo de Venecia? Una es el extremo oeste de la región, la otra el extremo este, e idealmente las dos ciudades de arte más visitadas del Véneto se sitúan en la misma línea. Más o menos, es la línea trazada por los trenes de alta velocidad que zumban desde la ciudad lagunar hacia Milán o la transitada autopista que cruza el valle del Po.
Al igual que Venecia, Verona también presume de un pasado poderoso y de un presente en el que los visitantes internacionales acuden en masa.
Fin de las similitudes: la imagen de Verona no está ligada a las aguas, aunque el centro esté encerrado en el recodo del río Adigio, sino a la inmortal tragedia de William Shakespeare que narra la historia de los dos amantes malogrados Romeo y Julieta y a los espectaculares decorados de los espectáculos representados en el anfiteatro romano, más conocido como la Arena de Verona.
Se trata sin duda de la principal atracción de Verona, un monumento simbólico indisolublemente ligado a la imagen de la ciudad. ¡No hay Arena con A mayúscula sin Verona! Sede excepcional de óperas, conciertos y grandes acontecimientos, la Arena es también un punto de partida perfecto para explorar la ciudad.
Puedes continuar por el camino trillado por la mayoría de los turistas en busca de los lugares de Romeo y Julieta, los amantes más famosos de la historia, o seguir itinerarios temáticos dedicados a la Verona romana, la Verona medieval, la Verona de Dante y la Verona del vino.
La cantidad de cosas que ver en Verona es realmente enorme. Puedes visitar la ciudad a tu aire durante una excursión de un día, pero sólo si te limitas a las atracciones más famosas y si no tienes un interés particular por los museos. Si piensas visitar museos y galerías de arte o quieres incluir en tu plan de viaje las atracciones de los alrededores, lo mejor es que consideres la posibilidad de pasar la noche.
A las atracciones relacionadas con la historia de Romeo y Julieta, que son invariablemente las más visitadas, dedicamos la siguiente sección. A continuación encontrarás las atracciones imprescindibles del casco antiguo (la parte más antigua del centro histórico de Verona), las atracciones de Veronetta (un animado barrio de la orilla izquierda del Adigio) y un par de cosas interesantes no muy lejos del centro.
La atracción número uno de Verona es, sin duda, la Arena. Si no existiera el Coliseo, sería el anfiteatro romano más famoso de Italia, pero aún así puede presumir de ser uno de los mayores anfiteatros romanos conservados. De hecho, está en mejores condiciones que el Coliseo, gracias a las numerosas restauraciones realizadas a lo largo de los siglos, y se ha consolidado como el lugar de eventos más impresionante de la era moderna.
Construida en el siglo I d.C., en la antigüedad la Arena de Verona acogía los clásicos espectáculos de gladiadores y podía albergar a 30.000 espectadores. Hoy es el templo de la ópera italiana: un magnífico escenario al aire libre para producciones espectaculares en las que intervienen hasta 150 músicos, 200 coristas, 100 bailarines y 200 figurantes, además de los cantantes principales, y a las que asisten 15.000 espectadores.
La primera ópera representada en la Arena fue Aida, de Verdi, representada en 1913 con motivo del centenario de la muerte del famoso compositor. Fue un éxito rotundo y desde entonces ver una ópera en la Arena es el sueño de todo aficionado a la música clásica. También es el mejor bautismo para las personas poco familiarizadas con el género: el ambiente que se crea durante las representaciones no tiene parangón en ningún otro lugar y es capaz de implicar incluso a los espectadores menos interesados.
Es posible visitar la Arena de Verona durante el día, si no hay ensayos programados.
La Arena de Verona está convenientemente situada en la hermosa Plaza Bra, una de las tres famosas plazas del centro de Verona. Para muchos turistas, es la puerta de entrada al centro histórico de la ciudad y no es de extrañar que sea el punto de partida de muchas visitas guiadas.
Al llegar a la Plaza Bra, los ojos de los turistas quedan inmediatamente cautivados por la majestuosidad de la Arena, pero también merece la pena echar un vistazo a los demás edificios y monumentos históricos de esta hermosa plaza, de distintas épocas y estilos.
Algunos de los más bellos son: el Palacio Barbieri, de estilo neoclásico, es la sede del ayuntamiento; el Palacio de la Gran Guardia, un monumental edificio de noventa metros de largo con trece magníficos arcos; el Listón, un elegante pavimento adoquinado típico de las ciudades venecianas que sirve de salón de la ciudad.
La otra plaza simbólica de Verona es la céntrica Piazza delle Erbe (Plaza de las Hierbas), la más antigua de la ciudad: se levanta en el emplazamiento del antiguo foro romano y sigue siendo hoy el centro neurálgico de la vida ciudadana.
También aquí la plaza está bordeada por espléndidos edificios de las épocas medieval y renacentista, como el antiguo Palacio del Ayuntamiento, la Casa de los Jueces, el Palacio Maffei, la Casa de los Mercaderes y un grupo de casas con frescos en el exterior conocidas como la Case Mazzanti. El centro de la plaza está idealmente marcado por una fuente de la época romana, que los lugareños han rebautizado como«Madonna Verona«.
Para llegar a la Piazza delle Erbe desde la Piazza Brà, toma la Via Mazzini: esta estrecha calle peatonal es la calle comercial por excelencia.
El monumento más conocido de la Piazza delle Erbe es la Torre dei Lamberti, una torre de ladrillo rojo que se eleva 84 metros por encima de todos los edificios del centro de Verona: es sin duda el mejor mirador de la ciudad.
Se construyó en el siglo XII a instancias de una acaudalada familia veronesa desterrada posteriormente de la ciudad. A finales del siglo XIII se añadieron las dos campanas, mientras que el reloj se añadió cinco siglos después. En el siglo XV, la torre fue dañada por un rayo, pero fue reconstruida y erigida con la adición de un elegante campanario octogonal de ladrillo y mármol blanco.
Actualmente, la torre está abierta a los visitantes durante las horas diurnas; por las noches sólo se abre para actos especiales.
La visita a la Torre Lamberti es muy recomendable porque desde su cima se puede disfrutar de una espléndida vista de la ciudad. Es posible adquirir una entrada combinada para acceder a la torre y a la Galería Achille Forti de Arte Moderno.
Junto a la Piazza delle Erbe está la Piazza dei Signori (Plaza de los Señores), la tercera parada del recorrido por las plazas de Verona.
Para ir de una a otra, hay que cruzar el Arco della Costa, llamado así porque del arco cuelga una costilla de ballena. Lleva ahí al menos cuatrocientos años, lo que podría sugerir que Verona está llena de gente deshonesta… pero esto no es más que una leyenda. De hecho, se dice que la costilla caerá al suelo cuando una persona honesta y de corazón puro pase bajo el arco.
La plaza también se conoce como Piazza Dante, debido a la presencia de una estatua dedicada al Poeta Supremo.
Edificios que merecen una mirada (¡y una foto!) son el Palacio de la Razón, el Palacio del Podestà, la Loggia del Consiglio, el Palacio de Cansignorio y la Iglesia de Santa Maria Antica.
Continuando el recorrido a pie por el centro de Verona que comenzó en la plaza Brà, llegamos al Arche Scaligere, el monumental complejo funerario medieval situado a tiro de piedra de la plaza dei Signori.
Este complejo de estilo gótico, reunido en un elegante recinto de hierro forjado, incluye las tumbas de los miembros más importantes de la familia Della Scala o Scaligeri, los señores de Verona.
Destacan tres tumbas con dosel de mármol, suntuosamente decoradas y coronadas por una estatua ecuestre del difunto. Se trata de las tumbas de Cangrande I, señor de Verona famoso por haber hospedado a Dante Alighieri, Mastino II y Cansignorio. Este último es fácilmente reconocible porque es, con mucho, el más suntuoso, ricamente decorado.
El símbolo de la Verona medieval es el castillo Scaliger, más conocido como Castelvecchio. Es el típico castillo-fortaleza construido con fines defensivos y caracterizado por un aspecto austero, con murallas y torres almenadas: entre ellas destaca la Mastio, de 42 metros de altura.
Fue erigido en la primera mitad del siglo XIV a instancias de Cangrande II della Scala sobre los restos de una fortaleza romana anterior y posteriormente ampliado.
Restaurado a mediados del siglo XX, Castelvecchio alberga hoy el Museo Cívico de Verona. En su interior puedes admirar más de 600 obras de arte de las épocas medieval, renacentista y moderna (hasta el siglo XVIII).
Entre los numerosos puentes del centro de Verona, el más famoso es el Puente de Castelvecchio (también conocido como Ponte Scaligero), un magnífico puente de ladrillo y mármol de tres arcos construido en el siglo XIV.
El puente es parte integrante del castillo; originalmente proporcionaba una vía de escape en caso de ataques enemigos. En 1945 fue volado por los alemanes, pero su reconstrucción comenzó ese mismo año y finalizó en 1951.
A las afueras de la ciudad vieja, en la punta del recodo formado por el Adigio, se encuentra la Catedral de Verona o Catedral de Santa María Matricolare.
La catedral forma parte de un complejo arquitectónico que incluye también el baptisterio de San Giovanni in Fonte, la iglesia de Santa Elena con sus excavaciones arqueológicas y el claustro de los canónigos.
El exterior combina el estilo románico con elementos góticos; el interior es más opulento, embellecido con valiosas obras de arte.
Otra iglesia de Verona que merece la pena visitar es la Basílica de San Zenón, a la que se puede llegar a pie desde el centro en unos 20 minutos.
La iglesia debe su nombre al santo africano que se cree que convirtió al cristianismo a las poblaciones del Véneto; su nombre está vinculado a numerosas leyendas locales y relatos de milagros.
Se construyó a finales del primer milenio sobre los restos de una iglesia paleocristiana anterior, ya dedicada a San Zenón; se terminó a finales del siglo XIV.
Desafortunado es el destino del Museo de los Frescos de Verona: muchos turistas se apresuran a atravesarlo para llegar a su sala más famosa, la cripta que contiene la tumba de Julieta.
Pero, ¿por qué no detenerse a admirar las espléndidas obras de la colección del museo? Se trata de magníficos frescos medievales y renacentistas que originalmente decoraban palacios e iglesias veroneses.
La Casa Museo Palazzo Maffei se encuentra en el palacio barroco más importante de la ciudad, que ha sido hábilmente restaurado y se ha convertido en sede de exposición de una importante colección que abarca siglos. Inaugurado en 2020, presenta al público más de 600 obras en un diálogo sin precedentes entre las artes: de la arqueología grecorromana a la historia artística veronesa, de las vanguardias internacionales del siglo XX al arte contemporáneo.
Destacan especialmente las obras maestras que abarcan desde el Futurismo, la Metafísica y el Surrealismo italianos, hasta la pintura abstracta de la segunda mitad del siglo XX: Boccioni, Balla, Severini, Picasso, de Chirico, Morandi y luego Magritte, Max Ernst, Picasso, Duchamp, Kandinsky, Warhol hasta Fontana, Burri, Manzoni y Vedova, por citar sólo algunos de los principales artistas de la colección.
Quienes visitan Verona en un día invariablemente se lo pierden por falta de tiempo, pero si te quedas más tiempo no dejes de incluir el romántico Jardín Giusti en tu lista de cosas que ver en Verona.
Se trata de un jardín de estilo italiano creado en el siglo XVI por Agostino Giusti, descendiente de una familia adinerada que se había trasladado al Véneto desde la Toscana dos siglos antes. Según el gusto de la época, el jardín se caracteriza por elegantes simetrías y está adornado con fuentes, estatuas y grutas.
El jardín está situado en Veronetta, un barrio histórico a la izquierda del río Adigio donde se encuentra el campus principal de la universidad; se puede llegar a él desde el centro de la ciudad a pie, en autobuses locales o en el autobús turístico Hop On Hop Off.
Además de la Arena, Verona cuenta con un espléndido teatro romano, que también se utiliza para espectáculos al aire libre. Más antiguo que la Arena (data del siglo I a.C.), se construyó aprovechando la pendiente natural de una colina a orillas del río Adigio.
Si la Arena es el lugar sagrado de la ópera, el teatro romano es una visita obligada para los aficionados a Shakespeare: de hecho, todos los años se celebra aquí un importante festival que lleva a escena las obras más famosas del dramaturgo inglés. También se utiliza para representaciones de teatro moderno, danza y música.
El teatro está incluido en la visita al Museo Arqueológico de Verona: con una sola entrada puedes ver el teatro real, una maqueta que lo reproduce tal y como era en la época romana y una colección de objetos romanos encontrados en la zona de Verona.
Se encuentra en el barrio de Veronetta, a unos 2 km de la plaza Bra; se puede llegar a pie con un agradable paseo a lo largo del río.
¿Dónde vivía Julieta? ¿A qué distancia estaba la casa de su amante? ¿Por qué puerta dejó Romeo atrás la ciudad de Verona? Revive la historia de amor más famosa de todos los tiempos visitando los lugares de Romeo y Julieta en Verona.
Todos están situados a poca distancia unos de otros y, por tanto, pueden verse fácilmente en un día. La casa de Julieta siempre está muy concurrida, mientras que las demás atracciones de este recorrido temático son menos visitadas.
El edificio conocido mundialmente como la Casa de Julieta es una casa torre medieval que probablemente fue la residencia de la familia Dal Cappello, la histórica familia de Guelph que inspiró a los Capuleto de la tragedia shakesperiana.
Aunque no hay pruebas históricas de que en esta casa viviera una Julieta Capuleto, y la renovación de la casa no ha sido muy fiel a la exactitud histórica, el edificio es una atracción de alcance internacional, que se ha convertido en símbolo del amor eterno y destino de peregrinación para todos los amantes románticos (correspondidos o no).
En 1907, el ayuntamiento de Verona compró parte del edificio, que con el tiempo se ha convertido en un museo en el que se exponen pinturas y frescos de la época medieval, una colección de estampas y grabados que representan la famosa historia de amor, y objetos cotidianos de las épocas medieval y renacentista. También puedes ver la cama de matrimonio utilizada en la película «Romeo y Julieta» de Franco Zeffirelli y algunos trajes de escena.
Sin embargo, la principal atracción de la casa-museo de Julieta es el famoso balcón desde el que, según la leyenda, se asomó la desdichada protagonista de la historia de amor más famosa de todos los tiempos. Tú también puedes sentirte Julieta por un día subiendo a lo alto de la escalera y asomándote al balcón, pero prepárate para una larga cola porque muchas otras personas quieren probar esta experiencia única
Si no te interesa visitar el museo ni asomarte al balcón, puedes entrar gratis al patio de la casa y fotografiar el balcón desde abajo. En otro tiempo, las paredes que conducen al patio estaban cubiertas de graffiti con los nombres de los amantes que habían visitado la casa; hoy en día está prohibido escribir en las paredes.
En el patio de la Casa de Julieta hay una estatua de bronce muy famosa con la imagen de la doncella. En realidad es una copia de la famosa estatua realizada por el artista veronés Nereo Costantini por encargo del municipio de Verona en 1968.
La idea de colocar una estatua fue sugerida por el propio Shakespeare, que en el acto 5 de la tragedia hace decir al padre de la joven muerta estas palabras: «Levantaré una estatua toda de oro a Julieta; y mientras dure la ciudad de Verona, ninguna otra imagen será tan honrada como la de la pura y fiel Julieta».
Se podría decir que fueron palabras proféticas. Durante años y años, los turistas acudieron en masa a ver la famosa estatua, que pronto se asoció a un ritual supersticioso: se extendió el rumor de que tocar el pecho de Julieta traía buena suerte en el amor.
Muchos toqueteos tuvieron un efecto negativo en la salud de la estatua, por lo que en 2014 fue sustituida por la copia.
La estatua original se trasladó al atrio interior de la casa-museo, donde los turistas aún pueden admirarla sin tocarla. Por el color de los dos pechos, se reconoce fácilmente el que habitualmente tocaban los turistas; la prueba definitiva es el pequeño agujero que queda a la altura del pecho propiciatorio.
Romeo también tenía su casa en Verona, pero ésta es mucho menos famosa que la de su amada. Se encuentra a poca distancia de la Casa de Julieta, en la misma calle del Arco Escalígero, y es un edificio histórico que fue el hogar de los Monticoli, la familia gibelina que se convirtió en los Montesco en la tragedia de Shakespeare.
La Casa de Romeo es una típica casa medieval, de grandes dimensiones; el lado que da a la calle está protegido por un alto muro almenado, que deja poco que imaginar de lo que hay dentro.
En la actualidad, el edificio es en gran parte de propiedad privada, por lo que no se puede visitar; sin embargo, un ala del edificio alberga una típica osteria que sirve cocina tradicional del Véneto. Puedes disfrutar de una buena cena mientras imaginas al joven Romeo saliendo fortuitamente del palacio para encontrarse con su amada Julieta.
La entrada a la plaza Brà está en el lado sur, a través de una majestuosa puerta arqueada construida en el siglo XIV y conocida como el Portoni della Brà. Originalmente, la puerta debía servir de enlace entre Castelvecchio y una ciudadela fortificada de la que hoy sólo quedan algunos restos de murallas cerca de la plaza Cittadella.
En la puerta puede leerse una famosa cita de «Romeo y Julieta». Son las palabras pronunciadas por Romeo al partir para su exilio a Mantua: «No hay mundo fuera de los muros de Verona, sino sólo purgatorio, tortura, infierno; quien es desterrado de aquí, es desterrado del mundo; y el destierro del mundo es la muerte»
Éste sería, por tanto, el lugar donde Romeo se despidió de su ciudad natal antes de su exilio.
Un recorrido ideal por las atracciones temáticas de Romeo y Julieta de Verona sólo puede terminar en el lugar que simboliza el epílogo de esta triste historia de amor: la tumba de Julieta.
No esperes nada triunfal ni ostentoso: la tumba de la heroína shakesperiana es un humilde sarcófago de mármol rojo situado en el centro de una pequeña cripta subterránea de un monasterio desacralizado.
Numerosas leyendas y rituales debidos a la superstición están vinculados a este sarcófago, que a lo largo de los siglos provocó la extracción de pequeños fragmentos de mármol por parte de aficionados a la historia y curiosos. Se dice que algunos de estos fragmentos se convirtieron en un par de pendientes y un collar que llevaba la emperatriz francesa María Luisa de Habsburgo-Lorena.
El monasterio donde se conserva el sarcófago es el Convento de San Francesco al Corso, situado a 1 km del centro, en una zona que estaba fuera de las murallas de la ciudad en la época de las aventuras de Romeo y Julieta. Esto explica por qué Romeo pudo llegar a él aunque tenía prohibida la entrada a la ciudad de Verona.
Sólo es posible ver la tumba de Julieta comprando una entrada al Museo degli Affreschi Giovanni Battista Cavalcaselle.
En el siguiente mapa puedes ver la ubicación de los principales lugares de interés de este artículo.
Dormir en el centro de Verona es la mejor opción para los que quieren romanticismo y para los que viajan en transporte público.
Los hoteles y B&B del centro de Verona están situados en elegantes edificios históricos; las habitaciones más bonitas tienen balcones con vistas panorámicas de la ciudad. Si sueñas con una estancia totalmente relajante o quieres celebrar una ocasión importante, elige un hotel de lujo con spa.
En la zona de ferias y cerca de las salidas de la autopista, hay una amplia oferta de hoteles de negocios, casi siempre pertenecientes a grandes cadenas internacionales.
Son decididamente menos atractivos, pero no los descartes a priori: son muy cómodos de alcanzar si viajas en coche, garantizan altos niveles de calidad y a menudo, en fechas en las que no hay eventos feriales programados, ofrecen tarifas con descuento muy atractivas.
Llegar a Verona en coche es realmente fácil: la ciudad está situada a lo largo de la A4, la autopista que cruza todo el valle del Po conectando Turín (al oeste) con Trieste (al este); quienes vengan del norte o del sur pueden tomar la A4 desde la A22 Brennero-Modena. La salida recomendada para quienes deseen visitar la ciudad es Verona Sur.
Ten cuidado al llegar: el centro histórico es una zona de tráfico restringido y las plazas de aparcamiento libres son prácticamente inexistentes. Es aconsejable dejar el coche fuera del centro.
Para los que quieran llegar a Verona en transporte público, el tren es una solución excelente. La ciudad está situada a lo largo de la línea ferroviaria Venecia-Milán: es una de las más importantes de Italia y la comunican trenes frecuentes (regionales, interurbanos y de alta velocidad). La estación de tren de Verona Porta Nuova está a unos 2 km del centro de la ciudad y se puede llegar a pie o en autobús.
Llegar a Verona en autobús también es fácil, tanto desde las ciudades vecinas como desde las localidades más importantes de la región del Véneto. Los autobuses de largo recorrido también conectan Verona con numerosos destinos nacionales e internacionales.
Verona tiene un aeropuerto, situado a sólo 13 km del centro de la ciudad y al que llegan vuelos de bajo coste; desde el aeropuerto es posible llegar al centro en autobús lanzadera. Otro aeropuerto de fácil acceso es el de Brescia, a unos 50 km.
¿Qué tiempo hace en Verona? A continuación se muestran las temperaturas y el pronóstico del tiempo en Verona para los próximos días.
La provincia de Verona incluye todos los centros turísticos de la orilla véneta del lago de Garda. De ellas, las más famosas son Peschiera del Garda, una magnífica ciudad amurallada con una particular forma de estrella, la muy romántica Bardolino, y Lazise, un lugar adecuado para varios tipos de vacaciones.
La última ciudad de la región véneta del lago de Garda antes de entrar en Trentino-Alto Adigio es Malcesine, perfecta para los amantes del senderismo y la bicicleta de montaña. Desde el centro parte un teleférico que te lleva a la cima del Monte Baldo: desde aquí puedes disfrutar de una magnífica vista de todo el lago y emprender emocionantes aventuras a pie o sobre la silla de montar.
La provincia de Verona es una de las mayores productoras de vino de Italia, lo que la convierte en un destino ideal para el turismo enogastronómico. Tu ruta del vino por la provincia de Verona no puede perderse la encantadora ciudad medieval de Soave, famosa por su impresionante castillo y su famoso vino.
Si viajas con niños, incluye en tu programa de vacaciones una excursión a Gardaland: el parque de atracciones más famoso de Italia se encuentra a un par de kilómetros de Lazise.
La provincia de Verona representa el extremo occidental del Véneto; la capital está situada en el centro de la provincia. Está aproximadamente a 120 km de Venecia (al este) y a 160 km de Milán (al oeste).
La City Card le permite ahorrar en transporte público y/o entradas a las principales atracciones turísticas.
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