Debe de haber una razón por la que Venecia es una de las ciudades más visitadas del mundo: ¿será porque sus atracciones son algo absolutamente único? Por supuesto que sí. En ningún otro lugar encontrarás una ciudad construida totalmente sobre el agua con una gloriosa historia de siglos.
La singular planificación urbanística de Venecia y la inmensa riqueza acumulada por la Serenísima República durante los siglos de oro de su historia han producido una gran cantidad de lugares de interés turístico de irresistible atractivo. Entre ellos, una de las plazas más bellas del mundo, puentes emblemáticos, prestigiosos museos e iglesias históricas que albergan tesoros artísticos tan bellos que corren el riesgo de sufrir el síndrome de Stendthal, e islas donde aún se transmiten las centenarias tradiciones artesanales de la fabricación de vidrio y encajes.
A continuación figuran las 10 mejores atracciones de Venecia para ver en unas vacaciones de al menos dos días. Si tienes más, puedes añadir otros museos e islas a esta lista, por ejemplo Torcello o el Lido. Si, por el contrario, dispones de poco tiempo y quieres una lista de atracciones adecuadas para una visita breve, puedes encontrar recomendaciones a medida en la página Qué ver en Venecia en 1 día.
En todos los casos, haz un plan de viaje que deje tiempo para un paseo en góndola, una experiencia romántica que te dará la oportunidad de ver la ciudad desde el mejor punto de vista posible: el agua.
El Gran Canal es la atracción turística número uno de Venecia: la más famosa, la más original y la primera con la que te toparás. ¡Y además es gratis!
Es el ancho canal en forma de S o serpiente que atraviesa todo el centro histórico de Venecia, dividiéndolo en dos: es lo primero que verás nada más salir de la estación de tren. Con algo menos de 4 km de longitud, el Gran Canal es la vía principal de Venecia: basta con seguir sus orillas para llegar al corazón de la ciudad y encontrar todas las demás atracciones imprescindibles.
Un paseo en barco para admirar los espléndidos palacios que dan al Gran Canal es imprescindible, y para impregnarte del espíritu de la ciudad puedes tomar el medio de transporte más utilizado por los venecianos: el vaporetto.
Al final de una visita a pie o de un paseo en vaporetto por el Gran Canal, te espera una de las plazas más famosas del mundo: la Plaza de San Marcos. Verla medio vacía es una tarea difícil, porque es el lugar que todo el mundo quiere ver en Venecia, pero las multitudes de turistas y palomas nunca podrán socavar su encanto.
Esta majestuosa plaza junto a la laguna es el salón por excelencia de la ciudad, donde se celebran los actos más importantes del Carnaval y otros eventos ineludibles. La plaza está dominada por dos monumentos emblemáticos de la ciudad: la Basílica de San Marcos, una iglesia monumental de encanto bizantino de visita obligada, y el Campanile, el edificio más alto de Venecia.
Otras atracciones famosas que dan a la plaza son la Torre del Reloj, el histórico Caffè Florian y el Museo Correr.
Tras visitar la Basílica de San Marcos, pasa al edificio contiguo para descubrir la otra gran maravilla de Venecia: el Palacio Ducal, suntuosa sede de la Serenísima República. Uno de los mejores ejemplos de la arquitectura gótica veneciana, alberga un patrimonio artístico de incalculable valor y muchos secretos.
El exterior es una de las vistas más famosas de Venecia: espléndidas fachadas con dos niveles de columnatas monumentales y un nivel superior decorado con motivos geométricos en piedra blanca y rosa en el que se abren ventanas ojivales de encanto bizantino.
Durante tu visita al Palacio Ducal podrás ver desde dentro el famoso Puente de los Suspiros, el puente cubierto que antaño unía el palacio del dux y las prisiones de la Serenísima. Al final de la visita también debes admirarlo desde fuera y hacerte la clásica foto del puente con una góndola pasando por debajo.
Hay cuatro puentes que cruzan el Gran Canal, pero sólo uno es conocido incluso por quienes no viven en Venecia: es el majestuoso Puente de Rialto, una maravilla arquitectónica que durante siglos ha dejado a todo el mundo con la boca abierta por su grandeza y belleza. Construido a finales del siglo XVI, es un puente cubierto de 7,5 metros de largo.
Al igual que la Plaza de San Marcos, es un centro neurálgico de la vida de la ciudad y tarde o temprano pasarás por aquí. No te pierdas el mercado de frutas y verduras que se instala a un lado del puente, en ambas orillas, para ver un auténtico trozo de la vida veneciana.
Es imposible visitar Venecia y no planear un hermoso paseo en góndola por los canales de la ciudad. La góndola es sin duda uno de los símbolos de la ciudad, pero también una forma diferente, y para algunos romántica, de explorar Venecia. La góndola fue antaño la forma más popular de viajar por la ciudad para las familias venecianas adineradas, mientras que ahora suele ser el escenario de peticiones de mano o de momentos románticos para las parejas.
Aunque algunos la consideran una actividad cara, una excursión en góndola es una forma de conocer Venecia desde una perspectiva diferente. Los precios de las visitas están regulados por el Ente Gondola di Venezia y oscilan entre 80 y 100 euros para una visita privada diurna de unos treinta minutos. Para las visitas nocturnas, los precios suben ligeramente. También hay recorridos en góndola compartidos con otras personas que cuestan unos 25 euros por persona.
Una de las tradiciones venecianas más famosas del mundo es la murrina, una elaborada decoración de cristal soplado de Murano, y no es casualidad que la cuna de este antiguo arte sea una de las atracciones más visitadas de Venecia.
Es realmente emocionante ver cómo se trabaja el vidrio para producir objetos que son verdaderas creaciones artísticas, y además es fácil: basta con coger un vaporetto, llegar a la isla de Murano y visitar el Museo del Vidrio.
La otra isla de Venecia cuyo nombre evoca inmediatamente una tradición artesanal centenaria es Burano. Es una isla más pequeña que Murano y menos visitada porque está bastante alejada del centro histórico, lo que también significa que es mucho más tranquila: perfecta para quienes quieran catapultarse a una Venecia diferente, de ritmo lento.
En Burano, la «especialidad de la casa» es el encaje, y también hay un museo histórico dedicado a él que merece la pena visitar. La verdadera atracción, sin embargo, son las encajeras que siguen sentadas fuera de sus casas cuando hace buen tiempo bordando en el tómbolo, ofreciendo a los visitantes un espectáculo único de la vida local.
Para los amantes del arte, una visita obligada en Venecia es la Gallerie dell’Accademia, un prestigioso museo que exhibe la colección de pintura veneciana más importante del mundo, centrada en su época de esplendor (del siglo XV al XVIII).
Las 37 salas del museo se encuentran en la antigua iglesia de Santa Maria della Carità y el convento contiguo, que fue sede de la Academia de Bellas Artes.
Lo más destacado de la colección son cuatro obras consideradas obras maestras absolutas del arte occidental: «La Tempestad» de Giorgione, «La Piedad» de Tiziano, «El ciclo de las historias de Santa Úrsula» de Carpaccio y «El banquete en casa de Leví» de Veronese.
Otra atracción cultural ineludible de Venecia es la Scuola Grande di San Rocco, un complejo arquitectónico histórico y elegante que fue sede de una cofradía que aún existe.
Para decorar los muros de esta ilustre sede, en el siglo XVI se convocó un concurso en el que participaron los más grandes artistas de la época. El ganador fue Tintoretto, que entre 1575 y 1587 creó un ciclo pictórico con escenas del Antiguo y Nuevo Testamento de extraordinaria fuerza dramática. Entusiasmará incluso a quienes no conozcan el arte.
La Colección Peggy Guggenheim es la nueva cara de Venecia, una ciudad que, incluso tras la caída de la Serenísima, siempre ha querido mantener un papel destacado en la escena artística internacional. Entre los artistas y mecenas que eligieron la capital veneciana como su ciudad de predilección se encontraba la rica y culta coleccionista estadounidense Peggy Guggenheim.
A ella debemos uno de los museos de arte moderno más importantes de Italia, ubicado en un palacio señorial con vistas al Gran Canal. Se exponen obras de artistas clave del siglo XX, como Dalí, Pollock, De Chirico y Giacometti; también se organizan exposiciones temporales.
El Gran Teatro La Fenice es el principal teatro de ópera de Venecia, pero también uno de los más prestigiosos del mundo. El teatro fue construido hacia 1787 por la Nobile Società dei palchettisti, que decidió llamarlo «La Fenice», en honor al ave mitológica capaz de resurgir de sus propias cenizas. El teatro se inauguró el 16 de mayo de 1792, en la fiesta de la Sensa, con la ópera «I giuochi d’Agrigento» de Giovanni Paisiello sobre un libreto del conde Alessandro Pepoli con Giacomo David, Gaspare Pacchierotti y Brigida Banti.
Por desgracia, el teatro sufrió dos incendios. Un primer incendio se produjo el 13 de diciembre de 1836 y destruyó la sala y parte del teatro. Un segundo incendio se produjo el 29 de enero de 1996. La Fenice volvió a «renacer» de sus cenizas, tras años de restauración, en 2003. El 14 de diciembre de ese año, de hecho, el maestro Riccardo Muti inauguró la Semana Inaugural en el reconstruido Teatro La Fenice con la Orquesta y el Coro del Teatro. Desde 2004, todos los años se celebra aquí el tradicional Concierto de Año Nuevo en la mañana del 1 de enero.
Deja las multitudes de San Marcos, camina unos 20 minutos y entra en el sestiere de San Polo, el único barrio del centro histórico que no da al Gran Canal.
La atracción de San Polo es el Arsenale, un complejo de astilleros, almacenes y talleres que fue el corazón de la industria naval veneciana en tiempos de la Serenísima. Aquí se construyeron los barcos con los que los venecianos conquistaron el mar Adriático, llegando hasta el Egeo, y que hicieron la fortuna de la Serenísima.
Es una zona ignorada por los excursionistas de un día, que hay que visitar para disfrutar de Venecia a un ritmo más pausado, pero sobre todo para dedicar algo de tiempo a uno de los aspectos fundamentales de la identidad de esta ciudad única, su conexión con el mar.
No te pierdas el Museo de Historia Naval, con su impresionante Pabellón de los Barcos.
En el siguiente mapa puedes ver la ubicación de los principales lugares de interés de este artículo.
La City Card le permite ahorrar en transporte público y/o entradas a las principales atracciones turísticas.
Hotel 
Hoteles económicos 
Apartamentos 
Hoteles familiares 
Hoteles de lujo 
Resorts